Gestión de horarios y creación de estructuras para niños

Para muchos de nosotros, es difícil apreciar la complejidad de crear un horario efectivo. Tenemos una idea aproximada de cuánto tiempo deben tomar las tareas dada nuestra experiencia de vida, podemos intuir el mejor orden en el que abordar las tareas de nuestra lista de pendientes y sabemos cómo usar las herramientas de programación para administrar nuestro tiempo. Claro, a veces postergamos y evitamos esas tareas, lo cual es natural, pero al menos sabemos cómo administrar nuestro tiempo para cumplir con nuestros plazos.

Por el contrario, piense en lo difícil que es para los niños desarrollar esas habilidades. Durante años y años sus padres los despiertan, los ayudan a vestirse y alimentarlos antes de dejarlos en la escuela. Luego, los maestros toman el relevo y establecen un conjunto de actividades para el día escolar con transiciones estructuradas de una clase a la siguiente. Después de eso, esos niños son recogidos de la escuela y ayudados durante una tarde de clases o tiempo de juego, antes de la cena, cuentos y hora de acostarse. Pero luego, esos jóvenes estudiantes hacen la transición a la escuela intermedia, la escuela secundaria y la universidad (¡o están en cuarentena en casa gracias a una pandemia mundial!) y, de repente, tienen que asumir mucha más responsabilidad para administrar su tiempo y sus responsabilidades. Se espera en gran medida que mágicamente sepa cómo hacerlo.

Suponemos que esta transición a la independencia será intuitiva porque los niños han tenido una exposición interminable a la "programación" durante tantos años, y para algunos estudiantes las piezas encajan. Sin embargo, para muchos otros, hay mucha más frustración y una curva de aprendizaje frustrante. Con eso en mente, la siguiente guía ofrece sugerencias sobre cómo ayudar a los niños a medida que aprenden a administrar su tiempo y sus responsabilidades.

¡Escriba las cosas!

Nuestro cerebro es muy bueno para recordar muchas cosas, pero rara vez lo recordamos todo. Entre las asignaciones de tareas, la planificación de proyectos a largo plazo, las actividades extracurriculares y las probabilidades y extremos que deben llevarse de un lado a otro, hay mucho para que los niños recuerden en un día. Hacer un seguimiento de esas tareas de manera consistente en un cuaderno, o mejor aún usando una herramienta como Google mantener o Tareas de Google que no se puede perder ya que vive en la nube, significa que es al menos un poco más difícil simplemente "olvidarse" de algo que debe hacerse, ¡especialmente con la opción de establecer recordatorios basados en la hora o la ubicación! Y no hace falta decir que marcar las cosas una vez que se completan es una parte importante de mantener una lista de tareas pendientes efectiva, y esto se puede hacer en ambas aplicaciones de Google.

¡Aún mejor, escriba las cosas en un planificador!

Una lista de tareas diarias es buena, pero un calendario diario, semanal y mensual es aún más efectivo. Los estudiantes pueden usar calendario de Google o un planificador de papel para realizar un seguimiento de sus clases y tareas relacionadas, para anotar actividades después de la escuela o planes sociales, y para recordar citas con maestros u horas de oficina. Parece intuitivo, pero con demasiada frecuencia los niños piensan que saber lo que tienen que hacer es suficiente, por lo que la idea de planificar cuándo hacerlo simplemente no es importante. No creo que ninguno de nosotros argumente que todo debe programarse en un bloque de tiempo específico, pero anotar una fecha límite en un calendario y un plan de qué hacer cada día para cumplirlo es indudablemente útil para mantenerse en el camino. Al usar Google Tasks y Google Keep junto con Google Calendar, todas estas listas y fechas límite se pueden anotar fácilmente en un calendario que se puede compartir y que se sincroniza en todos y cada uno de los dispositivos, por lo que siempre está accesible.

Seguir una rutina

También es útil establecer la mayor regularidad posible con ese horario. Al sentarse a trabajar aproximadamente a la misma hora del día, los niveles de energía serán más predecibles, lo que hace que sea más fácil aproximarse a la duración de las tareas, asumiendo una carga de trabajo más o menos constante. Y al completar ese trabajo en el mismo lugar todos los días (¡y no, ese lugar no debería ser en la cama o en un sofá súper cómodo!), los estudiantes pueden trabajar de manera más eficiente sabiendo que tienen las herramientas que necesitan al alcance de la mano, en lugar de tenerlas siempre a mano. tener que buscar provisiones en la casa. Las rutinas son predecibles, y para aprender nuevas habilidades y desarrollar buenos hábitos, la rutina es clave.

 

Si bien esta no es una guía exhaustiva, es un excelente lugar para comenzar. Todos estos conceptos generales también se pueden aplicar fácilmente para apoyar a los estudiantes más jóvenes. Si no saben leer, use imágenes; si no pueden decir la hora, configure alarmas o pídales que tachen las actividades del día a medida que las completan. Si necesita más orientación, ¡comuníquese! Siempre estamos aquí para ayudar.

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