Si ha notado que su hijo muestra nuevas dificultades con su trabajo escolar, un gran primer paso es hablar con su maestro. Una relación abierta y honesta entre padres y maestros es clave para el éxito de un niño. ¡Quieren escuchar lo que estás viendo en casa! Pero hay algunas estrategias importantes a tener en cuenta para abordar el tema y entablar un diálogo productivo.
No los pille desprevenidos
Primero, es importante que programe un horario para reunirse con los maestros. La captura de un minuto a la llegada o a la salida debe reservarse para mensajes rápidos como para que lo recojan temprano o para decirles que su hijo tiene un chichón en la cabeza. Las conversaciones más importantes merecen toda la atención de los profesores, ¡la cual definitivamente no pueden brindar mientras acomodan una sala llena de estudiantes! Establezca un horario para reunirse o conversar por teléfono. Dígales en general de qué se trata para que puedan estar preparados. “He estado notando que X está luchando con la lectura en casa más de lo normal, y me gustaría hablar sobre eso”, es suficiente para que el maestro tenga una idea de la naturaleza de la reunión.
Comunicar Colaboración
No importa cómo hayan sido sus experiencias pasadas con los maestros, trate de recordar que están en el mismo equipo. Puede ser difícil hablar de las luchas de nuestros hijos. ¡Todo lo que queremos es que tengan éxito! Enfrentar su falta de éxito puede ser difícil. Esto a veces hace que los padres se pongan a la defensiva y/o acusatorios, lo cual es comprensible, considerando el costo emocional que estas conversaciones pueden tener. Pero la forma más productiva de tener esta conversación es venir desde un lugar de respeto y confianza mutuos. Cree que el maestro de tu hijo tiene las mejores intenciones y realmente quiere ayudar a tu hijo a tener éxito. ¿Por qué otra razón estarían en esta profesión?
No te preocupes por "molestarlos"
Si ha establecido una relación positiva y comunicativa con el maestro de su hijo, estará más que feliz de reunirse con usted. Pero tenga cuidado con la frecuencia con la que pide reunirse. Todos tenemos días libres, incluidos los niños. No asuma que hay grandes problemas subyacentes cada vez que su hijo tiene un mal día.
Planifique sus puntos de conversación
Para hacer el uso más eficiente del tiempo, venga preparado con exactamente cuáles son los problemas. Sea lo más específico posible para que el profesor pueda dar los mejores consejos o sugerencias. (¡Pero tenga en cuenta que es posible que él o ella no tengan las respuestas de inmediato!)
Próximos pasos
Si los problemas que ha estado viendo en casa son lo suficientemente significativos y también están presentes en el salón de clases, el maestro puede recomendar que su hijo sea evaluado. Los pasos para iniciar este proceso varían de una escuela a otra, pero generalmente requiere una solicitud por escrito enviada a la escuela para que la evaluación comience. También tiene la opción de que una agencia externa administre la evaluación.
Conclusión
No importa el resultado de su conversación, recuerde que tanto usted como el maestro de su hijo quieren lo mejor para su hijo, incluso si no necesariamente están de acuerdo en lo que eso significa. Como padre, usted tiene la última palabra en cualquier paso formal que se tome para obtener la manutención de su hijo, pero los maestros son profesionales capacitados y tienen calificaciones para cualquier consejo que den. ¡Así que escúchalos!