En pocas palabras, Orton-Gillingham es el mejor enfoque para enseñar alfabetización. Si bien es efectivo y beneficioso para todos los estudiantes que tienen dificultades para aprender a leer y escribir, es esencial para cualquier niño con dislexia. Esto se debe a que cualquier programa Orton-Gillingham incluye lecciones directas, explícitas, sistemáticas y multisensoriales que refuerzan las relaciones sonido-símbolo, la base de las habilidades de alfabetización. Tenemos décadas de investigación sobre el ciencia de la lectura, y muestra de manera concluyente que nuestros cerebros no están programados para leer. Necesitamos instrucción en fonética, y los programas de Orton-Gillingham son una forma asombrosamente efectiva de enseñar fonética.
¿De dónde viene Orton-Gillingham?
La metodología fue desarrollada por Samuel Torrey Orton (1879-1948), un neuropsiquiatra y patólogo, y Ana Gillingham (1878-1963), un educador talentoso y psicólogo. Juntos, Orton y Gillingham introdujeron la idea de dividir la lectura y la ortografía en habilidades pequeñas y discretas basadas en letras y sonidos, y luego desarrollar estas habilidades con el tiempo utilizando un enfoque multisensorial. Durante las lecciones, los estudiantes usan la vista, el oído, el tacto y el movimiento para establecer una conexión profunda entre letras, sonidos y palabras.
¿Cómo es una lección de Orton-Gillingham?
Revisión: los estudiantes leen y escriben patrones de ortografía, sufijos y palabras de vista previamente aprendidos
Introducir un nuevo patrón ortográfico
Trabajo de dictado para practicar la aplicación de nuevos patrones ortográficos en la escritura.
Trabajo de lectura para practicar la aplicación de nuevos patrones de ortografía para decodificar palabras
Otras grandes características de Orton-Gillingham
Orton-Gillingham pone un fuerte énfasis en la enseñanza de reglas y patrones de manera sistemática, para que los estudiantes entiendan el cómo y el por qué detrás de la lectura. Esto ayuda a los niños a aplicar ese conocimiento para decodificar (leer) y codificar (escribir) palabras nuevas que siguen esas mismas reglas.
Cada lección se basa en las reglas y patrones enseñados en lecciones anteriores, integrando así amplias oportunidades de revisión, refuerzo y evaluación.
Desafortunadamente, a pesar de todo lo que sabemos acerca de cómo el cerebro aprende a leer, la mayoría de las escuelas no incluyen la instrucción fonética sistemática como parte de su plan de estudios de primaria. De hecho, ni siquiera forma parte de la mayoría de los programas de formación docente. Como resultado, a pesar de las mejores intenciones y el esfuerzo sin fin de tantos educadores increíbles, Estados Unidos tiene un problema de lectura importante. ¡Afortunadamente, los tutores de Braintrust están aquí para ayudar!