Mantener la estructura en tiempos de caos

Cuando las cosas están agitadas, los niños lo sienten. A veces se manifiesta de manera obvia ya veces lo interiorizan. Ya sea que el caos se deba a una época del año particularmente ocupada o estresante, o que se deba a circunstancias atenuantes de la vida, existen algunos hábitos clave que no debe perder de vista. Debido a que los niños (y los humanos en general) prosperan con la rutina, es importante mantener la mayor estructura, previsibilidad y normalidad posible en nuestras vidas durante los momentos agitados. Aquí hay algunas estrategias que podría considerar para usted o su(s) hijo(s):

1. Prueba una hora de despertar constante

Las investigaciones demuestran que programar la alarma a la misma hora todas las mañanas es mejor para nuestra salud física y mental. Esto puede ser especialmente difícil los fines de semana, cuando todo lo que queremos hacer es dormir, pero los beneficios superan el deseo de dormir. Por supuesto, si te acostaste tarde, recuperar el sueño es más importante. Pero si puede, intente acostarse más temprano para asegurarse de dormir todas las horas que necesita. Comience su día con algo que pueda esperar, ya sea una taza de té, una rutina de yoga o su desayuno favorito. Una vez que se adapte a la nueva rutina, puede notar que sus niveles de agotamiento y estrés han disminuido.

2. Haz una lista de cosas por hacer a primera hora de la mañana.

Cuando nuestros días varíen tanto como lo hacen durante las festividades, escriba todo lo que es estresante en un papel. Ya sea que se trate de tareas pendientes, decisiones que tomar o simplemente circunstancias en las que se detenga su mente, escríbalo. No hará que sus preocupaciones desaparezcan por completo, pero puede ser una forma poderosa de ayudarlo a trabajar o pensar en tareas que no le entusiasman.

3. Crea una rutina de descanso al mediodía.

Rompa la imprevisibilidad diaria con una nueva rutina de mediodía. Elija un momento en el que normalmente esté libre a la mitad del día. Podría ser justo después del almuerzo o cuando llegues a casa de la escuela. Reserve de 10 a 15 minutos para hacer algo que le resulte reconfortante, relajante y familiar. Tal vez sea sentarse en su silla favorita con una revista o revisar su teléfono sin pensar mientras come un refrigerio. Trate de sacar esos pocos minutos para relajarse y reiniciar cada día, sin importar cuán ocupado esté su día.

4. Tome un poco de control. 

Durante un momento en que tanto está fuera de nuestro control, es importante que sintamos que tenemos el control de algo. Ya sea interno (nuestros pensamientos, comportamientos y hábitos) o externo (nuestro entorno y entorno), todos deben tener el control de algo. Asegúrese de que el control sea positivo. Si tienes tiempo para ello, inicia ese proyecto de reorganización en el que has estado pensando durante meses. Si necesita una forma de control que requiera menos tiempo, intente controlar sus emociones escribiendo un diario. 

5. Termine su día con una rutina familiar, una rutina de cuidado personal o ambas.

Ponle fin a tus días ajetreados estableciendo una rutina nocturna. Si el horario de todos lo permite, involucre a toda su familia. Podría ser una ronda rápida de un juego de cartas o un programa de televisión corto que vean todos juntos. Si no puede relajarse como familia, comience su propia rutina individual de cuidado personal. Ya sea escribir un diario para obtener ese control mental o hacer un estiramiento rápido para relajar los músculos tensos, piense en lo que más necesita para terminar el día y poder despertarse a la mañana siguiente (¡con suerte a la misma hora que hoy! ) listo para hacerlo todo de nuevo.

Suscríbete a nuestro boletín

¡Obtenga actualizaciones de nuevos artículos, promociones y más!

es_ESSpanish