Todos tenemos momentos en los que la memoria nos falla. El nombre que estamos buscando puede estar en la punta de nuestra lengua. La imagen puede estar allí, pero es demasiado borrosa para distinguirla. Nuestros cerebros solo pueden retener cierta información a la vez. Y cuando realmente no necesitamos recordar algo, se desvanece. Si bien esto puede ser frustrante a veces, es lo que nuestros cerebros deben hacer para dejar espacio para nueva información. Afortunadamente, hay formas de mejorar la cantidad que nuestros cerebros pueden recordar. Al seguir algunas o todas estas estrategias, puede agudizar su memoria, aumentar la capacidad de información que su cerebro puede almacenar y mejorar su memoria en general, ya sea que esté aprendiendo un idioma o memorizando dígitos de pi.
Sería negligente no mencionar los santos griales de prácticamente todos los problemas de salud mental, física y cognitiva: el poder restaurador del sueño, el ejercicio, la buena nutrición y el alivio del estrés. Estos son siempre los mejores lugares para comenzar a mejorar la memoria o cualquiera de las muchas otras funciones del cuerpo y el cerebro. Aparte de estas áreas, aquí hay algunas estrategias adicionales para abordar la memoria específicamente:
1. (Haz tu mejor esfuerzo para) Concéntrate
Entendemos mejor que la mayoría que es más fácil decirlo que hacerlo. especialmente para las personas con TDAH, concentrarse requiere un tremendo esfuerzo y energía. Pero crear una estructura para habilitar este enfoque puede ayudarlo a mantener la atención el tiempo suficiente para memorizar la información. Intente configurar un temporizador de cinco minutos para comenzar, sin nada que interrumpa su enfoque. Ponga el teléfono celular en silencio y elimine todas las posibles distracciones. Sepa que pronto llegará un receso y trate de mantener toda su atención en los detalles de lo que está aprendiendo. La próxima vez, intente aumentar su tiempo de enfoque a seis minutos, luego a siete.
2. Nunca abarrotar
Como hemos discutido en publicaciones anteriores, abarrotar nunca hace ningún bien a nadie. Incluso si obtienes la calificación que deseas, la próxima semana olvidarás toda la información que creías haber aprendido. Extienda su estudio en el transcurso de días, o incluso semanas antes de una prueba, aumentando gradualmente su conocimiento y repasándolo periódicamente. Estudiar en pequeñas porciones siempre es más efectivo que todo a la vez.
3. ¡Usa mnemónicos y visualización!
Fíjate cuántas veces hemos mencionado mnemotécnica en nuestras publicaciones? ¡Eso es porque realmente funcionan! La investigación demuestra que la creación de asociaciones memorables ayuda a nuestros cerebros a retener información nueva por mucho más tiempo que la mera repetición. Y si la información que está tratando de retener no se presta tan fácilmente a una regla mnemotécnica (estudiar líneas para un guión o memorizar eventos históricos, por ejemplo), intente crear visualizaciones.
4. Habla en voz alta
Si estás estudiando solo, lo admitimos: esto puede parecer extraño. Pero escuchar tu voz decir la información que estás tratando de aprender ayuda a tu cerebro a procesarla mucho mejor que cuando la dices en tu cabeza. Y si está estudiando con un compañero o en grupo, asegúrese de reforzar los conceptos y la información en voz alta. Enseñar a otros mejora significativamente nuestra retención de información, incluso si en realidad no les estamos "enseñando", sino simplemente hablándoles sobre nuestro aprendizaje.
5. Reformular
Aún más poderoso que leer información en voz alta es decir esa información en voz alta con tus propias palabras. El proceso cognitivo involucrado en parafrasear información ayuda a su cerebro a memorizarla más fácilmente. ¡Cuantas más veces ponga su cerebro en este proceso, más probable es que la información se quede!
6. Activar esquema
Finalmente, asegúrese de que lo que sea que esté estudiando se sienta relevante para usted. Relaciónalo con tus conocimientos previos, piensa en lo que ya sabes sobre el tema de memoria antes incluso de intentar estudiarlo, y siempre haz preguntas. Incluso si no te molestas en responderlas, participar activamente en tu aprendizaje mediante preguntas y preguntas es un método de estudio mucho más efectivo que las técnicas de memorización pasiva.