Las calificaciones son la forma más eficiente para que los maestros comuniquen el progreso académico a los estudiantes y sus familias. Además de la retroalimentación frecuente y detallada (¡que los estudiantes también deberían recibir!), las calificaciones son la única forma de transmitir esta información con regularidad y de manera estandarizada. Sin calificaciones, los estudiantes estarían más o menos a oscuras sobre cómo se están desempeñando en sus diversas materias y sobre las diversas habilidades que aprenden en esas materias. Ya sea que estemos hablando de boletas de calificaciones o calificaciones de exámenes, estos números y letras brindan la imagen más clara del rendimiento académico. Ayudan con la colocación en clases posteriores, la admisión a la universidad y, a veces, incluso las solicitudes de empleo más adelante.
Claramente, las calificaciones sirven para muchos propósitos útiles. Aquí hay algunas cosas que ellos no medir: el nivel de creatividad, valor o compasión de un estudiante; el sentido de un estudiante de su lugar en la sociedad; o cualquier cosa sobre el carácter de un estudiante. Las calificaciones ni siquiera miden realmente la inteligencia o la capacidad. Miden la capacidad de un estudiante para demostrar alguna combinación de conocimiento y habilidad, ambos componentes importantes del panorama general, y para alcanzar ciertos Función ejecutiva umbrales Pero de ninguna manera capturan esa imagen más grande por sí mismos.
¿Qué tan preocupados deben estar los estudiantes con las calificaciones?
Esto es evidente: los estudiantes siempre deben hacer su mejor esfuerzo. Pero lo "mejor" de un estudiante puede ser "regular" de otro estudiante. Si bien las universidades definitivamente toman en cuenta las calificaciones en su toma de decisiones, la forma en que ven estos marcadores puede ser complicada. Por ejemplo, preferirían ver a un estudiante que se arriesgó al probar clases de honores y obtuvo una B+, que ver solo A en todos los cursos de introducción. No todas las calificaciones se ven a través de la misma lente. Los estudiantes deben centrarse más en exigirse a sí mismos, asumir riesgos académicos, hacer preguntas y buscar mejorar que en su boleta de calificaciones.
¿Cómo disminuyo la ansiedad de mi hijo por sus calificaciones?
A partir de algún momento de la escuela intermedia, muchos estudiantes comienzan a desarrollar estrés en torno a sus calificaciones. Esto es más probable si usted, como padre, tiende a ejercer presión para lograr altas calificaciones, ya sea consciente o inconscientemente. No seas demasiado duro contigo mismo; ¡esto es extremadamente común! Pero si esto te describe, ahora es el momento de cambiar tu perspectiva. En lugar de concentrarse en las calificaciones que su hijo trae a casa, intente concentrarse en lo que significan. ¿Es una puntuación más baja de lo que esperabas? Hable con su hijo sobre con qué está luchando exactamente y ayúdelo a desarrollar algunas estrategias para abordar ese desafío. Si está satisfecho con su calificación, averigüe qué hizo bien. No elogie la calificación en sí, sino el arduo trabajo que hizo su hijo para obtenerla. tu discusióndebería tratarse del proceso, no del producto.