Dislexia y dificultad con palabras cortas

Uno de los desafíos de lectura distintivos para las personas con dislexia es la dificultad con las palabras más cortas de un texto. A veces, estas palabras se malinterpretan. 'El' se convierte en 'eso' y 'su' se convierte en 'esto'. A veces, los lectores simplemente se saltan estas palabras por completo. Esto es desconcertante para mucha gente. ¿No deberían las palabras más cortas ser las más fáciles de leer? No para un cerebro disléxico.

Todavía queda mucha investigación por hacer sobre las complejidades de la dislexia. Pero la dificultad de lectura que experimentan muchos disléxicos proviene de algunos lugares diferentes. Alguno cerebros disléxicos Tener problemas con fonología, o la capacidad de reconocer y manipular sonidos individuales en palabras. Esto dificulta la decodificación e incluso el reconocimiento de palabras. Algunos cerebros con dislexia también (o en cambio) experimentan distorsión de página cuando miran texto. Esto crea desafíos obvios cuando estas personas intentan leer.

Desarrollar hábitos de lectura exitosos

Las siguientes estrategias han sido efectivas para mejorar la precisión de la lectura. Si bien estas estrategias no han sido probadas por la investigación, existe evidencia anecdótica de su efectividad.

1. Fuentes diferentes y tamaño de fuente más grande

Si bien puede parecer demasiado simple, a veces la fuente y el tamaño de la fuente realmente marcan una gran diferencia. Por sutil que parezca, los trazos decorativos en las letras (llamados serifas) y el espaciado de las letras pueden afectar significativamente la legibilidad de una fuente. Incluso hay fuentes diseñadas para lectores con dislexia! El uso de fuentes sans serif en tamaños más grandes con el espacio adecuado puede mejorar la precisión y fluidez de lectura para las personas con dislexia.

2. Lectores de línea

Los lectores de línea son herramientas que permiten al lector concentrarse en una sola línea de texto a la vez. El lector coloca una abertura en la herramienta sobre la línea de inicio del texto. El lector de línea oculta las líneas superior e inferior para evitar distracciones y ayudar al lector a mantenerse en su lugar. Estos están incluso disponibles en línea! A medida que los niños terminan de leer cada línea, simplemente deslizan el lector de líneas hacia abajo en la página.

3. Seguir junto con audiolibros

Muchos padres dudan en permitir que sus hijos usen audiolibros porque los ven como una muleta. Pero los audiolibros no son una muleta, ¡son una herramienta! Seguir un texto mientras escucha la versión del audiolibro puede ayudar a los estudiantes a fortalecer su fluidez y precisión al tener un modelo para apoyar su aprendizaje. Una gran estrategia es alternar párrafos, páginas o capítulos entre usar el audiolibro y leer de forma independiente.

4. Grabación y escucha posterior

Para los estudiantes que se sienten cómodos (o al menos dispuestos) a escuchar su propia voz leyendo en voz alta, este puede ser un ejercicio muy poderoso. Grabe a los estudiantes leyendo una parte de un texto y luego escuche juntos para evaluar la precisión. Muchos estudiantes son más capaces de identificar y aprender de sus errores cuando se escuchan a sí mismos y siguen un texto.

5. Pausa periódicamente

Esta estrategia es útil para todos los lectores, pero especialmente para aquellos que tienen que invertir mucha energía en la decodificación. Es importante recordar que leemos para aprender y escapar a una historia. Cuando leer es difícil, es fácil perder la noción del significado detrás de las palabras. Por eso es tan importante detenerse y reflexionar para no perder de vista el significado. Esta puede ser una estrategia significativa para leer a nivel de oración, párrafo, página o capítulo de acuerdo con la capacidad de cada estudiante. Además, ayudará a construir metacognición ¡también!

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