Los estudiantes con un trastorno del lenguaje oral/escrito tienen dificultades para expresarse verbalmente y/o por escrito. Como este trastorno es similar a un trastorno del habla, a menudo se acompaña de problemas del habla. Los estudiantes con un trastorno del lenguaje oral/escrito a menudo tienen dificultad para entender la sintaxis estándar y la semántica de las oraciones. Debido a esto, puede ser difícil para ellos expresarse de manera efectiva. Estos estudiantes también suelen tener dificultades para pronunciar palabras complejas y tienen problemas con otros componentes de la lectura, como la decodificación, la ortografía y la comprensión.
¿Qué causa un trastorno del lenguaje oral/escrito?
Si bien actualmente se desconocen las causas exactas de un trastorno del lenguaje oral/escrito, el factor más común que se supone que contribuye a la mayoría de los casos es la exposición limitada al lenguaje en forma oral y/o escrita en los primeros años (antes de la edad escolar). La genética también puede desempeñar un papel, ya que los hijos de padres que tuvieron dificultades con la lectura, la escritura o el lenguaje tienen más probabilidades de tener desafíos similares.
¿Mi hijo podría tener un trastorno del lenguaje oral/escrito?
Las señales de que un alumno puede tener un trastorno del lenguaje son bastante similares a las de ambos dislexia y disgrafía. De hecho, ambos suelen acompañar al trastorno del lenguaje oral/escrito. Aquí hay algunos signos que debe buscar:
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Dificultad con las habilidades fonéticas tempranas
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Comprensión limitada, especialmente cuando los textos se vuelven más difíciles a medida que el niño avanza de grado
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Incapacidad para aplicar las estrategias de comprensión aprendidas a la lectura.
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Dificultad con tareas como resumir un evento o hacer una predicción
¿Qué apoyos debe recibir mi hijo?
Los servicios y apoyos específicos que recibe un estudiante dependerán de las habilidades específicas que requieren intervención. Algunos estudiantes se beneficiarán de la instrucción fonética adicional. Muchos se beneficiarán de los servicios del habla. En general, el mejor tipo de intervención para estudiantes con un trastorno del lenguaje es un enfoque multifacético de instrucción explícita en todas las áreas de lectura, escritura, ortografía y lenguaje oral. Si bien ciertas habilidades deben volver a enseñarse de forma aislada según sea necesario, los estudiantes se benefician más del aprendizaje de estas habilidades en el contexto de procesos más amplios, como la escritura colaborativa de historias (que requiere escritura, ortografía, lectura para repasar y comunicación verbal con otros). Dentro de estos contextos, el enfoque debe ponerse en:
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Desarrollar habilidades relacionadas con la decodificación y la codificación a través de enfoques multisensoriales
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Instrucción explícita en cada paso del proceso de escritura (lluvia de ideas, planificación, redacción, revisión)
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Modelado de estrategias de comunicación claras y efectivas
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