La tarea sigue siendo un tema candente. Las complicaciones del aprendizaje pandémico han intensificado la conversación sobre el valor de asignar tareas. La ciencia está fuera: algunos estudios demuestran un vínculo entre completar la tarea y obtener puntajes más altos en las pruebas. Otros estudios no encontraron una relación significativa entre el rendimiento y la finalización de la tarea. Pero probablemente no necesitaba expertos para decirle que la tarea es un tema polémico. Una noche de convencer a un estudiante para que haga su trabajo es probablemente todo lo que necesita para unirse a la conversación.
Cuestiones de calidad
La verdad es que no todas las tareas son iguales. Los maestros pueden asignar tarea por una variedad de razones. Las buenas razones para la tarea incluyen reforzar una habilidad que los estudiantes practicaron en clase, preparar a los estudiantes para una próxima lección (es decir, "cambiar el salón de clases") y permitir que los estudiantes elijan mientras aplican las habilidades de maneras innovadoras. Las razones problemáticas para la tarea incluyen medidas simples de cumplimiento y la sensación de que esto es lo que se espera de los maestros. Cada tarea asignada debe tener una justificación clara y reforzar las habilidades que ya se introdujeron en clase.
El tipo de tarea más importante
Algunas escuelas, particularmente las escuelas primarias, ya han hecho que la tarea sea opcional o la han eliminado por completo. Si bien tiene buenas intenciones, esta decisión puede dejar a las familias en un aprieto: ¿cómo pueden las familias crear un ambiente académico en el hogar sin crear minuciosamente los recursos que los estudiantes podrían haber recibido tradicionalmente en el pasado? Afortunadamente, es más fácil de lo que uno podría pensar. La lectura regular en el hogar es una de las actividades más efectivas para reforzar las habilidades de alfabetización.
La exposición a una amplia variedad de textos que los estudiantes encuentran inherentemente interesantes reforzará las habilidades de lectura que practican en la escuela a lo largo de sus materias. Idealmente, los estudiantes leerían textos en su zona de desarrollo próximo (libros que presenten un pequeño desafío y, por lo tanto, desarrollen sus músculos de lectura), ¡pero cualquier lectura servirá! Leer en casa tiene el beneficio adicional de involucrar a la familia en la conversación académica. Considere facilitar una breve conversación todos los días para que todos en la familia puedan compartir algo emocionante que hayan leído ese día.
La línea de fondo
Si la tarea sigue siendo parte de la cultura de su escuela, busque señales de que está ligada al plan de estudios y le brinda a su hijo una oportunidad para participar con éxito en lugar de un desafío desalentador. Si cree que la tarea de su hijo puede no tener un propósito, siempre hable primero con su maestro. ¡Puede haber un propósito del que no eres consciente! Y si su hijo tiene dificultades innecesarias, asegúrese de que su maestro también lo sepa. Es posible que puedan ayudarlo modificando la tarea o brindándole las herramientas para ayudarlo desde casa. En todos los casos, crear una cultura de lectura en el hogar reforzará los buenos hábitos académicos y fomentará un amor por el aprendizaje que puede durar toda la vida.