¿Cuántas veces has escuchado la frase "¡Nunca lo usaré en la vida real!" mientras le ruega a su hijo que haga su tarea de matemáticas? Es una de las excusas más antiguas del libro. Los estudiantes a los que no les gustan las matemáticas, o sienten que no son buenos en eso, a menudo usan este razonamiento para justificar su desconexión. Y, ¿quién podría culparlos? Cuando un estudiante siente que algo que está aprendiendo es irrelevante para sus vidas, y nunca lo necesitará, entonces, ¿por qué molestarse? Bueno, porque las matemáticas son mucho más útiles y relevantes de lo que muchos niños piensan.
¿Por qué matemáticas? Realmente Asuntos
Muchos padres se sienten en conflicto diciéndoles a sus hijos que necesitan esforzarse más en matemáticas, porque ellos mismos no están realmente seguros de que alguna vez lo usarán. Pero todos usamos las matemáticas todos los días de maneras que ni siquiera conocemos.
Aparte de algunas de las razones más obvias por las que las matemáticas son útiles, como pagar sus facturas y administrar las finanzas, en realidad hay una serie de otros beneficios de las matemáticas que no son tan obvios. Algunos de los reales beneficios de aprender matematicas incluyen el desarrollo de habilidades en la cocina, como medir y hornear, resolver problemas estratégicamente y aplicar la razón y la lógica a una situación. Ninguna de estas habilidades podría dominarse si uno no tuviera ningún conocimiento matemático fundamental.
Cómo convencer a los estudiantes de que las matemáticas son importantes
Se trata de motivación. Cuando los estudiantes se sienten motivados para aprender algo, inmediatamente se siente relevante para sus vidas y viceversa. Aquí hay algunas estrategias para traer un sentimiento de relevancia al salón de clases de matemáticas:
Contar historias a través de las matemáticas
Los problemas de palabras son geniales, pero las historias de matemáticas son aún mejores. ¿Y qué niño no ama una buena historia? Estos son especialmente divertidos porque son interactivos. Los estudiantes hacen una pausa para hacer cálculos en ciertos puntos a lo largo de la historia y luego continúan. Esto contrasta con los problemas verbales, que son más comunes, pero que generalmente hacen que los estudiantes practiquen habilidades en situaciones aisladas.
Haz que las matemáticas sean personales
Usar nombres, objetos y situaciones con las que los estudiantes puedan relacionarse es otra forma de ayudarlos a conectarse con las matemáticas. Esto podría ser tan simple como usar sus nombres en un problema de palabras/historia que resuelven, o tan complejo como escribir uno sobre la vida de un estudiante.
Consiga su ayuda
No hay nada que les guste más a los niños que cuando los maestros les piden ayuda. Ya sea para decidir cuántos brownies hornear para una venta de pasteles o cuánta pintura comprar para pintar su casa, a los niños les encanta ayudar a los maestros a tomar este tipo de decisiones. Describa un escenario a sus alumnos, ya sea un escenario real o no, y pídales que lo ayuden a calcular algo. Tal vez sea el costo de su cuenta de comestibles o el costo total de unas vacaciones familiares.