A medida que los estudiantes avanzan de grado, por lo general se encuentran con más y más tiempo desestructurado. En la superficie, esto parece genial. ¡Más tiempo libre significa más tiempo para que finalmente hagan lo que quieren! Pero una vez que la tarea comienza a acumularse, es su responsabilidad decidir cuándo la completan, en qué orden y cuánta atención y pensamiento dedican a cada tarea. Organización puede ser desafiante y no siempre se enseña directamente. Es posible que se olviden del trabajo que deben entregar el lunes cuando hagan planes con amigos el domingo por la noche. Con un poco de apoyo, los estudiantes pueden aprender rápidamente estrategias efectivas de gestión del tiempo.
Use resúmenes mensuales, semanales y diarios
¡Utilice la herramienta adecuada para el trabajo! Escriba compromisos generales ya largo plazo en un calendario mensual. Use un calendario semanal para planificar obligaciones más específicas y guarde listas de tareas pendientes y asignaciones más detalladas para un planificador diario.
Código de colores o símbolos de uso
Realice un seguimiento de diferentes tipos de eventos, asignaciones o citas con diferentes colores o símbolos. Use uno para realizar un seguimiento de los eventos sociales, otro para las obligaciones familiares y un tercero para las tareas escolares. Incluso puedes usar diferentes colores o símbolos para diferentes materias escolares. Esto hace que sea muy fácil obtener una visión general rápida del día o la semana.
Escribir en el tiempo de trabajo en el calendario
Para asegurarse de que quede suficiente tiempo para trabajar, inclúyalo en el calendario. Una vez que haya hecho un balance de todas sus asignaciones, calcule cuánto tiempo llevará cada una y programe su tiempo de trabajo en consecuencia. Asegúrese de programar su tiempo de trabajo antes de agregar cualquier tiempo social o libre al calendario. Y permita más tiempo de trabajo del que cree que necesitará: ¡es mejor terminar temprano que quedarse sin tiempo! Esta es la clave para una gestión del tiempo exitosa.
Mantenga los tiempos de trabajo consistentes (cuando sea posible)
Establecer una rutina de trabajo escolar hace que sea más probable que los estudiantes cumplan con sus tareas y hagan todo lo que se debe hacer. Cuando sea posible, intente programar el tiempo de trabajo a la misma hora todos los días y adáptese a lo que funcione mejor. En las noches de escuela, por lo general eso es después de un breve descanso y un refrigerio o cualquier actividad extracurricular. Los fines de semana son un poco más flexibles, pero trata de mantenerte aproximadamente al mismo tiempo. Si un estudiante trabaja de manera más productiva a primera hora de la mañana, programe el tiempo de trabajo para las mañanas. Si la tarde funciona mejor, intente reservar ese tiempo para las tareas escolares.
programar descansos
El trabajo puede sentirse mucho más manejable y menos abrumador cuando sabemos que se acerca un descanso. Incorpore descansos en el horario para garantizar tiempo para el descanso que tanto necesita. Los descansos deben ser de al menos 5 minutos, pero no más de 15. Si un estudiante no está seguro de qué hacer durante un descanso, sugiera algo relajante pero consciente. Vaya a dar un paseo rápido, haga estiramientos o yoga, tome un refrigerio, juegue con una mascota, haga garabatos mientras escucha música, lea por placer o tenga una charla rápida con un amigo.