Muchos padres tienen una lista de preguntas para hacer a sus hijos después de que hayan terminado un libro. "¿Cuál fue tu parte favorita?" y "¿Quién era tu personaje favorito?" son algunos de los más populares. Y si bien involucrar a los niños en este tipo de reflexión después de leer es excelente, hay muchas más formas de ayudar a nuestros niños a sacar aún más provecho de los libros que leen, simplemente hablándoles.
Antes de la lectura
Los libros que sacamos más provecho son aquellos en los que pasamos más tiempo pensando antes, durante y después de la lectura. Antes de comenzar un nuevo libro, siempre es una buena idea que el lector lo revise, piense en lo que ya sabe sobre el tema o tema y reflexione sobre por qué eligió este libro (o si no lo eligió, determine algo al respecto que creen que les interesará).
Preguntas que hacer:
- ¿De qué crees que tratará el libro?
- ¿Qué sabes ya sobre este tema o materia?
- ¿Qué te atrae de este libro?
- Según tu vista previa del libro, ¿por qué crees que el autor lo escribió?
Leyendo durante
Una vez que los niños se sumergen en un libro, es importante mantener las conversaciones y reflexiones. Mientras leen, puede hacerles preguntas que requieran que piensen activamente sobre el libro haciendo predicciones e inferencias y evaluando las elecciones de los personajes mientras leen.
Preguntas que hacer:
- ¿Por qué crees que el personaje respondió de esa manera? ¿Lo hubieras hecho de la misma manera o diferente?
- ¿Ya llegaste al problema? Si no, ¿ha habido algún problema menor hasta ahora? ¿Se han solucionado? ¿Si es así, cómo?
- ¿Qué crees que sucederá a continuación según lo que sabes de los personajes?
Despues de leer
Puede ser tentador desechar un libro una vez que lo terminamos, tacharlo de la lista y seguir adelante. Sin embargo, para digerir completamente un libro una vez que lo hemos terminado, es importante hacer una reflexión posterior a la lectura. Inmediatamente después de terminar un libro es a menudo el momento en que podemos sacarle el máximo provecho.
Preguntas que hacer:
- ¿Qué te pareció el final?
- ¿Los personajes aprendieron algo importante o valioso o crecieron? ¿Cómo es eso?
- Si hubieras escrito este libro, ¿hay algo que hubieras hecho diferente al contar la historia?
Como solemos decir, los niños aprenden con el ejemplo. Muéstrales el trabajo cognitivo que haces cuando lees libros. Sin aburrirlos ni hablar sobre contenido que podría estar fuera de su alcance, hábleles también sobre los libros que lee. De vez en cuando, comparta sus respuestas a las preguntas anteriores, especialmente en los libros que le interesan especialmente. Hablar con ellos sobre sus libros favoritos y por qué los ama los ayudará a desarrollar un amor por los libros.