Ser un maestro culturalmente receptivo puede ser abrumador. Y aunque todos los maestros quieren ser culturalmente receptivos, puede ser difícil saber por dónde empezar o cómo es un salón de clases culturalmente receptivo. En gran parte eso se debe a que es un proceso que lleva tiempo y mucha reflexión. Sin embargo, ¡aprender a ser culturalmente receptivo es una inversión que vale la pena! Eso es porque las relaciones son el núcleo de una buena enseñanza. Los educadores deben ir más allá de los gustos y disgustos para comprender qué hace que cada niño sea único, y esto incluye aprender sobre sus diversos orígenes. Con eso en mente, aquí hay algunas estrategias sencillas y prácticas para ayudarlo a comenzar a enseñar teniendo en cuenta la capacidad de respuesta cultural.
Usar nombres diversos
Todos los niños aprenden mejor cuando pueden relacionarse con el contenido que están estudiando. Algo tan simple como usar nombres que suenen como los de sus alumnos puede ser la diferencia entre el compromiso y la desconexión. Cuando le presente a su clase problemas verbales de matemáticas, cambie esos nombres de vez en cuando para introducir algo de diversidad. Y asegúrese de que los textos que lea con los estudiantes también tengan nombres diversos.
Representar una gama diversa de autores en sus lecciones
Asegúrese de que los textos que está utilizando en sus lecciones también representen una variedad de autores. Muy a menudo, los profesores eligen textos en función de su contenido sin pensar demasiado en el origen del texto. Cuando elige libros de una amplia gama de autores, es más probable que sus alumnos se involucren con el contenido de una manera significativa.
Representa la diversidad en tus medios
Así como debe haber diversidad en los textos que usas, también debe haber diversidad en los rostros que muestras. Cuando use celebridades, historiadores, etc. en sus lecciones, asegúrese de que estén representados una amplia variedad de colores, culturas, religiones, idiomas y países. Los docentes deben contribuir deliberadamente a normalizar la diversidad en los medios.
Muestra interés
Tome un interés genuino en la vida de sus estudiantes fuera del salón de clases. Cuando compartan algo contigo, haz preguntas de seguimiento. Si lo que están compartiendo es algo nuevo para ti, ¡sé honesto y haz preguntas! Anime a los estudiantes a que le expliquen sus intereses y experiencias, y trate de comunicar su comprensión. A los niños les encanta ser maestros, y es una manera maravillosa de resaltar su experiencia y conocimientos únicos.
Involucrar a las familias
Ser culturalmente receptivo también significa conocer de dónde viene un estudiante. Esto debe incluir aprender cosas sobre su familia y los miembros de la familia. Haz un esfuerzo por establecer relaciones con ellos también. Esto podría ser en forma de una llamada telefónica rápida o correo electrónico para compartir algo bueno que su hijo hizo en la escuela, o charlar al recogerlo o dejarlo. Es más probable que un estudiante tenga éxito cuando todos en su vida se sienten involucrados en su aprendizaje y en la relación maestro-alumno.