Cuando pensamos en enseñar a leer a un niño, la mayoría de los padres y muchos maestros probablemente piensan en actividades con letras, tarjetas didácticas y muchos libros. Sin embargo, el primer paso en el viaje de un niño para convertirse en lector comienza con los sonidos, no con las letras. La conciencia fonémica es la capacidad de escuchar, diferenciar y manipular los sonidos de las palabras. Y esta habilidad es uno de los mejores predictores de la capacidad de un niño para leer con fluidez. ¡Es por eso que estábamos tan emocionados de explorar estrategias para desarrollar la conciencia fonémica con Tami Morrison, una educadora experta y gurú de la lectura! Escuche la entrevista a continuación y siga leyendo para conocer los puntos clave.
Conclusiones clave
La conciencia fonémica cae bajo el paraguas de la conciencia fonológica. Mientras que el primero se relaciona con el conocimiento de las palabras y las partes de las palabras, la conciencia fonémica tiene que ver con los sonidos. La conciencia fonémica es la capacidad de comprender que las palabras habladas están formadas por sonidos individuales llamados fonemas, y es uno de los mejores indicadores tempranos del éxito en la lectura. Desarrollar la conciencia fonológica implica aprender a aislar, combinar, segmentar, agregar, eliminar y cambiar los sonidos (también conocidos como fonemas) en las palabras.
Desarrollar la conciencia fonológica es el primer paso en el viaje de un niño para convertirse en un lector. Nuestros cerebros no están programados para leer, pero están programados para captar sonidos y lenguaje. Con esto en mente, si podemos enseñar a los estudiantes a comprender mejor los sonidos de las palabras, los estamos preparando para hacer con éxito la conexión con las letras para que puedan dominar el código escrito del lenguaje (también conocido como fonética).
Nunca es demasiado pronto para ayudar a los niños a desarrollar la conciencia fonémica. Los juegos que se enfocan en la rima y los sonidos iniciales son una excelente manera de ayudar a los niños pequeños a ser más conscientes de los sonidos de las palabras.
Hay infinitas posibilidades sobre cómo trabajar la práctica de la conciencia fonológica en el tejido del día para los niños. Se puede hacer sentado en el auto, esperando en la fila o caminando por la calle. Puede encajar en las reuniones matutinas o en los descansos de clase. Y lo mejor de todo, puede ser junto con el movimiento para que la práctica sea divertida para los niños. A los estudiantes de Tami les encantan especialmente el salto de la rana y la montaña rusa para resaltar los sonidos mediales, el puñetazo de la animadora para señalar las rimas y las herramientas para cortar para segmentar los sonidos. Esta combinación de escucha y movimiento lo convierte en una experiencia de aprendizaje poderosa (¡y divertida!).
Algunos ejercicios básicos para promover la conciencia fonológica incluyen los siguientes:
cadenas de palabras – Manipular el primer sonido de una palabra, es decir, cambiar el primer sonido de “bar” por “f” —> “far”, luego cambiar el sonido inicial de “far” por “j” —> “jar”.
Comienzo – Identifique el sonido inicial de una palabra, es decir, para la palabra “estrella”, los niños dirían, “st”.
Sonidos mediales – Identificar el sonido en medio de una palabra, es decir, para la palabra “top”, los niños dirían, “o”.
Sonidos finales – Identifique los sonidos finales en una sola palabra, es decir, para la palabra "dijo", los niños dirían "d". O los niños también pueden identificar el sonido final en un grupo de palabras como "iglesia, abedul, búsqueda", los niños dirían "ch".
Mezcla – Los niños tienen que combinar sonidos para formar una palabra, es decir, si escuchan “gato”, los niños dirían, “gato”.
Segmentación – Los niños tienen que segmentar los sonidos en una palabra para identificar cada fonema, es decir, para la palabra “negro”, los niños dirían, “negro”.
Si bien existen muchos recursos para desarrollar la conciencia fonológica, los dos favoritos de Tami son exagerado y Kilpatrick's Equiped for Reading Success. Ambos ofrecen un enfoque sistemático y multisensorial para desarrollar la conciencia fonémica en los estudiantes e incluyen una gama de actividades rápidas y sencillas que se pueden entretejer fácilmente en la estructura de cualquier día dentro o fuera del aula.